
Una habitación oscura parece más pequeña. Además, la falta de luz hace que incluso los detalles en tonos vivos resulten apagados y tristes. Aunque no tengas un ventanal de suelo a techo, existen trucos para lograr que un ambiente parezca más luminoso.
1. Pinta el techo y al menos tres paredes en color blanco: reflejan la luz natural y la multiplican.
2. Viste la ventana con una cortina o un estor blanco. La idea es que maticen la luminosidad, no que la corten el paso.
3. Si el suelo es oscuro, busca alfombras claras que lo iluminen. Si tienen textura (lana, pelo largo, fibras…), lograrás que el ambiente, además de luminoso, resulte acogedor y cálido.